EL SALVAJE


dramaturgia y dirección PABLO FINAMORE
dirección ROMÁN LAMAS
duración 55min
fotografías EVA MARTÍN NEBRERA
LA BADABADOC

Nada más entrar a la antesala nos sorprende encontrar Las Variaciones de Goldeberg de Bach, por aquello de que la música amansa las fieras. Aquí se va hablar de fieras en el plano más bestial de ellas.

Desde Argentina nos llega el multipremiado Pablo Finamore con El Salvaje, un monólogo que intenta explicar cómo el hombre acabó dejando su vida anodina y placentera para convertirse en bestia. Todo parece justificarse en la supervivencia.

Por la piel y sentimientos de Pablo pasa un sinfín de elementos que convierten la plácida existencia de los primeros seres humanos, a los que sólo les interesaba comer los frutos y vegetales que se iba encontrando por su camino, en auténticos cazadores, que justifican el arte de matar a una cuestión de elección vital.



Con una escenografía tan anodina como la vida de los primeros seres, un manto blanco en un intento por purificar la existencia, que acabará imaginariamente teñida de sangre con tanta bestialidad dialéctica.

La combinación de la potencia lingüística de crear imágenes y la de una importante dosis de fisicalidad hace que el espectador de la obra se sienta incómodo en su propio cuerpo. El Salvaje es aquel tipo de teatro que, más allá de un cuestionamiento simbólico, te deja el cuerpo hecho trizas. 



Personalmente venía de una semana de cuestionamiento total de la manera de alimentarnos, después del impactante reportaje en Salvados, y encontrarte la misma realidad salvaje, a otro nivel, no hace más que reafirmarnos en que no estamos en el camino correcto. 

El Salvaje expone los hechos, ahora es la vida de cada uno la que ofrecerá soluciones o no. De momento, sus palabras (llenas de brutales descripciones) seguirán resonando en nuestras cabecitas una vez que abandonemos la sala.

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