NADIA


DRAMATURGIA: NADIA GHULAM, CARLES FERNÁNDEZ GIUA y EUGENIO SZWARCER
DIRECCIÓN: CARLES FERNÁNDEZ GIUA
CON: NADIA GHULAM, CARLES FERNÁNDEZ GIUA y EUGENIO SZWARCER
DISEÑO DEL ESPACIO y VIDEO: EUGENIO SZWARCER
DURACIÓN: 1h 30min
PRODUCCIÓN: GREC 2014 FESTIVAL DE BARCELONA, CCCB y LA CONQUESTA DEL POL SUD
SALA TALLERS (TNC)

Ayer viví una noche teatral mágica, de aquellas donde la comunión entre lo que te están explicando y lo que estás viviendo es tan fuerte que al final rompes a llorar. Y no es un lloro, por la dureza de las situaciones que te relatan, sino más bien por la valentía con la que lo hacen.

No iba a ciegas, conocía por encima la historia de Nadia, me acordaba de cómo los medios trataron el caso cuando llegó a Catalunya para operarse y después cuando se estrenó en el Grec 2014 recordaba retazos de lo que había explicado Carlos Fernández Giua en su presentación, pero obviamente todo ella era simplemente un breve resumen de lo que explica el montaje, que también resume porque la dureza de la vida que han visto los ojos de Nadia no nos la podremos llegar a imaginar jamás, por muchas obras e imágenes que nos muestren.

Nadia es teatro documental sin actores, donde la misma protagonista nos explica la historia en tercera persona, la mayor parte del tiempo, como si quisiera desprenderse de un personaje, el que fue y del que ahora ya sólo queda el recuerdo. Evidentemente con un guión previo y sabiendo en todo momento qué contar y qué no, hasta donde llega el cuento y como bien se encarga de remarcar en alguna ocasiones, "un poco de imaginación, por favor".

Para mentes y corazones sensibles no hay una dureza excesiva, hay más dureza en cualquier noticiario. Pero la manera en que Nadia explica su vida a medio camino entre la ternura, la ironía, sin restarle dramatismo, simplemente una relato de como tuvo que armarse de valor, convertirse en otra persona, para sobrevivir y además vivir con ello más de diez años. Durante los noventa minutos de cuento de no ficción nos damos cuenta una vez más lo afortunados que somos, la libertad con la que gozamos es la que otros, como Nadia, soñaban encerrada en su personaje. 

El golpe directamente al corazón nadie nos lo arrebatará ya. Salimos de la sala completamente diferentes a como entramos y pensando cuantas Nadias habrá que no han conseguido vivir su sueño. Ahí está la magia. Ahí está el regalo. Esta función es catártica y es un regalo. Gracias Nadia. Gracias Carles. Gracias Eugenio. Simplemente, gracias!

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