Reinventarse o morir: las nuevas formas del teatro madrileño


Fuente: Maria Robert (elpais.com) | Foto: Samuel Sánchez

Nueva York, 1950. En The Club Room una famosa y veterana actriz habla sobre la dulce y perversa Eva. Es imposible olvidar a Bette Davis en 'Eva al desnudo'. Ahora, una nueva Margot Channing volverá a reinterpretar esa escena en un lugar insólito, lejos de la gran pantalla. Será en el bar de los madrileños teatros Luchanadurante todo el mes de agosto.

Madrid es una ciudad de teatros, pero elegir obra no es sencillo. La programación es amplia. La oferta, incontable. Los nuevos tiempos han provocado una explosión de géneros que han difuminado las líneas que los separan. Hay obras para todos los gustos. La apuesta de los Luchana por 'Citas de cine: un encuentro con Bette Davis', de la compañía Teatro en Sitios, demuestra que no es solo una frase hecha.
Los antiguos cines de Chamberí fueron reconvertidos en un espacio multisala, con propuestas alejadas del teatro tradicional. “Somos una reinvención del teatro off, pero fuera de la precariedad que sufren estas”, explica Jorge de las Heras, uno de sus impulsores. El apoyo de inversores como Juan Diego o Fran Perea, ha permitido sacar adelante un proyecto en el que se mezclan propuestas que van de lo clásico hasta lo experimental. Una buena opción para es 'Mujeres Desesperantes' una comedia escrita por Carla Guimaraes y Pepe que estará todo agosto. Lo original, más que el contenido del texto, es el continente. Se puede comprar una entrada con pack de teatro y cena.
Los Luchana, además, se han sumado a la tendencia de otros teatros de dedicar una programación especial a los niños. Tienen en cartel varias obras como Papá, quiero ser mago o Bin atrapagenios, algo que ya hizo el Teatro del Barrio con actividades como percusión para bebés. El proyecto del Barrio propone otras actividades gratuitas. Este mes tiene programado una verbena para mayores y noches de guateque amenizadas con la música del DJ 'El Duende'.
Salas alternativas mucho más pequeñas, cómo Biribó Teatro han adoptado una estrucutura aún más innovadora. Han montado en su primera planta un ambigú para tomar un tentempié, leer obras de teatro y libros de interpretación y técnica. Sus precursores, Crismar López y Joaquín Navamuel, lo han tenido difícil, pero confían en el proyecto. “El teatro tiene que evolucionar, por eso queremos que nuestra sala sea algo más y se convierta en un lugar de encuentro”, sentencia López.

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