YO, FEUERBACH



AUTOR: TANKRED DORST
VERSIÓN y ADAPTACIÓN: JORDI CASANOVAS
DIRECCIÓN: ANTONIO-SIMÓN
INTERPRETACIÓN: PEDRO CASABLANC y SAMUEL VIYUELA GONZÁLEZ
DURACIÓN: 90min
FOTOGRAFIA: E. BERENGUER
PRODUCCIÓN: GREC 2016 FESTIVAL DE BARCELONA y VELVET EVENTS SL
ESPAI LLIURE (GREC 2016)

Un personaje, un actor en paro que busca una segunda oportunidad para resurgir qual ave fenix. Se presenta a un casting con un director que trabaja en uno de los centros dramáticos de la ciudad. Le recibe su ayudante. Tendrán que esperar a que el director haga acto de presencia. Y la espera será fructífera porque nosotros los espectadores descubriremos lo que normalmente no se sabe, la realidad que se esconde detrás del éxito, la falta de segundas oportunidades y cómo afrontar los momentos de crisis humanas.

Dos épocas y dos maneras diferentes de hacer se enfrentan en escena, la del actor que ya ha conocido el éxito y que parece que esté de vuelta de todo. Él reclama que se le trate como lo que es, o lo que fue, que para él hacer un casting ya estaría fuera de toda lógica. El joven ayudante de dirección, con ansias de comerse el mundo y que no entiende de escalas profesionales y trata de tu a tu al actor, no por falta de respeto sino porque la época ha dejado de tratar como dioses aquellos que llegaron primero. 

Egos, soberbias, lecciones de vida, un desprecio por la juventud y por la veteranía se dan cita durante toda la representación. Nada fuera de lugar. Hasta que de repente hay un momento de esclosión donde ambos personajes se encuentran en el mismo plano, un magnífico momento metateatral y el inicio que hace al espectador empezar a posicionarse y tomar partido por uno de los dos. El caramelo que se nos presenta tiene dos caras, y ambas pueden ser deliciosamente disfrutadas.

Brillante recital interpretativo el que se marca Pedro Casablanc como actor venido a menos. Indescriptibles los innumerables recursos interpretativos que despliega a lo largo de toda la obra. Un placer para los teatreros que puedan disfrutarlos. Solo él en escena, porque la escenografía no puede ser más minimalista y la iluminación precisa, hace que destaque su luz por encima del envoltorio. En las réplicas le acompaña Samuel Viyuela González, el joven ayudante de dirección que aguanta perfectamente el tipo delante del magistral trabajo de su compañero.

Dos oportunidades más no son suficientes para que toda la gente que debería ir a verla vaya y mientras que a alguien se le ocurra programarla más tiempo, aprovechalas y no te la pierdas. Es un disfrute!

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